viernes, 9 de octubre de 2009

CRONICA DE LA FIESTA DE ESPIGAS 2009, EN LA CIUDAD DE PILAS

La tarde noche del 19 de septiembre de 2009 quedará marcada en los Anales de la Sección Adoradora de Pilas; se conmemoraba el Centenario de la fundación de la ADORACION NOCTURNA MASCULINA dentro de los actos previstos con motivo de la VIGILIA DE ESPIGAS que de manera ejemplar prepararon ambas Asociaciones de ANE y ANFE.

Colgaduras y gallardetes, Altares efímeros preparados para el Paso de la Custodia, ambiente de Fiesta religiosa; en la Ermita de Nuestra Señora de Belén , donde se concentraban las Banderas de las Secciones participantes no cabía un alfiler, obligando incluso a adelantar unos minutos el inicio de la Procesión.

El cortejo lo formaban 15 banderas, siendo presididas por las correspondientes a las Secciones de Pilas y cerca de 300 fieles y adoradores que cantaban enfervorizados camino de la Parroquia .

El Sr. Alcalde de la ciudad junto con el Vicepresidente del Consejo nacional de ANE y Presidentes de ambos Consejos Diocesanos y Consejos de Sección cerraban la comitiva.

La Parroquia de Santa María la Mayor estaba completa repleta de fieles, por lo que hubo de habilitarse espacios en el anexo del complejo Parroquial para la participación en la Vigilia; a las once de la noche llegaba a las inmediaciones del Templo el Sr. Arzobispo, Fray Carlos, Cardenal de Sevilla, acompañado por su Secretario Hermano Pablo, siendo cumplimentados por las autoridades civiles y religiosas.

Previamente al inicio de la celebración Eucarística, el Presidente de la Sección de Pilas, D. José Márquez tuvo palabras de salutación y bienvenida y a continuación el Vicepresidente del Consejo Nacional se dirigió a los adoradores felicitándoles por la efeméride que los reunía.

La Eucaristía fue presidida por nuestro Sr. Arzobispo y concelebrada por el Sr. Cura Párroco de Pilas, Director Espiritual de la Adoración Nocturna y otros sacerdotes de localidades limítrofes; el Coro Parroquial acompañaba con sus cantos en el rezo de Vísperas, así como en los propios de la Misa.

En la Homilía, el Sr. Cardenal exalta el Amor que dimana de la Eucaristía, con bellas referencias a casos prácticos en la vida ordinaria.

Repique de campanas, los fieles entonando el Pangue Lingua cuando el cuerpo real de Cristo, el que contemplaremos eternamente en el Cielo, quedado esa noche en la especie del Pan en la Custodia para compartir con todos los presentes las oraciones elevadas al Padre; aguardando el Sol que nace de lo alto, la luz que afianzará nuestros corazones para en esa amanecida recorrer y bendecir a su Pueblo.

Las Hermandades se volcaron en el exorno de sus Altares, algunos con sus Imágenes titulares que invitaban a la veneración y a la glorificación de nuestro Señor.

Llegada la Custodia al Parque de la Ciudad, en su bella carroza procesional, una multitud de personas alababan y bendecían al Señor.

En el saludo a nuestra Madre bendita, tras la bendición del Señor, queríamos compartir con Ella el gozo de una noche de Gracia, solicitándole continuase acompañándonos en el camino que nos quede por recorrer.

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